REALIDAD MATA RELATO

 

Por Sebastián Tassart


Desde que los seres humanos vivimos en Sociedad, surgieron personas que por sus condiciones de liderazgo, tenían la función de enfrentar y guiar al conjunto frente a los desafíos que la vida impone. Esa tarea, nada fácil por cierto, requiere hacer frente a situaciones que van de lo cotidiano a lo medular. Ser la referencia en la que el grupo busca las pautas a seguir.

 

Entre esto y la necesidad de explicar los fenómenos naturales, sin contar con las herramientas que en la actualidad nos brindan la tecnología y los conocimientos científicos, surgieron los dogmas cual verdades irrefutables sostenidas en el precepto que tal cosa es de una determinada manera y por una “cierta razón” porque así lo estableció el Universo, la Naturaleza, Dios, el Principio Rector, el Gran Arquitecto. Los rótulos son variados y múltiples, pero el núcleo conceptual es el mismo.

 

Los líderes, ante las calamidades y obstáculos, fueron generando las metas a alcanzar y los mensajes esperanzadores, que se constituyeron en el norte a seguir en búsqueda del bienestar. En ese devenir marcaron las preceptos de la vida en sociedad, seguir reglas de convivencia, de mutuo respeto, como ejes para fortalecer la cohesión del colectivo.

 

El problema surge cuando, ante la magnitud de los desastres, surgieron liderazgos mesiánicos que profundizaron el fanatismo y la irracionalidad frente a los problemas. La impotencia frente a las dificultades, teniendo en cuenta el concepto de que “los humanos somos seres emocionales que razonan” tal como lo sostiene el Dr. Daniel López Rosetti, hace que primen las pasiones primitivas en los momentos extremos.

 

La situación crítica impulsó e impulsa a esos líderes a profundizar  los mensajes al colectivo, formulando paradigmas fundacionales, a modo de expresión “hoy estamos muy mal, pero siguiendo los pasos que digo, vamos hacia el Paraíso”, este lineamiento lo hemos podido observar a lo largo de la historia y sigue vigente.

 

La necesidad de poseer una meta que motorice, de raíz dogmática, que debidamente implantada en la matriz emocional de los seres humanos los impulsa a seguir al líder hacia “el destino manifiesto”. En el camino propuesto, surgen obstáculos e inconvenientes como es previsible que ocurra. Para evitar el decaimiento anímico, el líder debe encontrar e identificar al o los culpables de los mismos, los haya o no.

 

La construcción de una épica, necesita contar con ciertos elementos: 1) Problemas a superar, 2) Liderazgos que tienen respuestas y “saben” superar las dificultades, 3) El carácter sagrado del camino que se toma, sustentado en la génesis dogmática de los motivos y fines, 4) La gestación e identificación de los enemigos que se “oponen” a nuestra meta y camino.

 

El término clásico “épica”, por cuestión de las modas, ha sido reemplazado, en el uso habitual  por “El Relato”. Es de manual que quién o quienes dirijan un grupo construyan un relato para cohesionar voluntades y aglutinar a las masas. Es normal que así sea, en tanto no se produzcan las distorsiones señaladas.

 

Lo grave en tiempo presente, es la insatisfacción generalizada que sufre la Sociedad; lo cual se transformó en el caldo de cultivo para que germinen los liderazgos mesiánicos. Peor aún que el virus ha infectado a comunidades de fuerte raigambre democrática y republicana.

 

Doy un ejemplo: Que Donald Trump tenga serias posibilidades de volver a la Presidencia de Estados Unidos, luego de los incidentes de toma del Capitolio por sus partidarios en Enero de 2021, habiendo fomentado la violencia a través del discurso del fraude que nunca existió y tildando de traidor a su entonces Vicepresidente Mike Pence por haber cumplido con la Constitución, muestra la envergadura de la crisis que sufren las democracias representativas contemporáneas.

 

Antiguamente los líderes para validar su relato contaban con la asistencia personajes estrafalarios y llamativos con ese fin: el chamán, brujo, que fungían de “interpretadores” de los supuestos designios que orientarían a la sociedad hacia el lugar pretendido por el líder. En el presente, fueron reemplazados por los “gurúes” de las agencias publicitarias que estudian con precisión los comportamientos y tendencias de la Sociedad para identificar de que manera “vender el producto”.

 

El Relato se complica frente a la crudeza de la realidad.  Contra la contundencia de la verdad, tarde o temprano, los dogmas pierden. Se puede prometer el Paraíso pero estamos inmersos en el Infierno. El Relato languidece y da lugar a la gran decepción o la furia. Nada más furibundo que saberse engañado por una “pseudo realidad” que el conjunto o su mayor parte hizo propia, sintiéndose parte de una gesta épica que al correrse el velo de la fantasía hábilmente vendida por el líder y comprada, con cierto grado de complicidad autocomplaciente, por sus seguidores, da lugar a las peores sensaciones y reacciones.

 

Por ello se esboza el refrán que titula esta columna de opinión: REALIDAD MATA RELATO.

 

En Argentina, cada 4 u 8 años asistimos a una nueva versión de EL RELATO. Hay para todos los gustos, de todos los colores. De orientación ideológica surtida. Progresista, Liberal, de Izquierda, de Derecha, Libertario, entre otras. Cada nuevo exponente del nuevo relato, esboza su rol fundacional y que encarna el proceso de guiar a nuestro país hacia el largamente esperado DESTINO MANIFIESTO, el cuál con el color propio de telenovela clásica, es truncado por las oscuras fuerzas del mal, hasta que sobre el final de la trama todas las piezas del rompecabezas encajan: los buenos son reivindicados y .los malos reciben su castigo merecido.

 

Cabe señalar que las OSCURAS FUERZAS DEL MAL, paradójicamente son encarnadas por quienes se oponen al TROVADOR DE TURNO.  Lo cual, por el pendular devenir electoral, genera una gran ola de confusión: Quienes eran buenos ayer hoy son los malos y  viceversa.

 

En esto las telenovelas son predecibles, en tanto que, los distintos RELATOS que los argentinos acostumbramos comprar, no tienen tal cohesión ni en guión, ni escenografías, menos aún en el desenlace.

Los “buenos” terminan siendo malos. Los malos solo agudizan su condición. El guión empieza como best seller y termina como historieta de cuarta. La escenografía está notoriamente deteriorada y el desenlace es siempre el mismo: LA GENTE ES CADA VEZ MÁS POBRE Y LOS PODEROSOS CADA VEZ MÁS RICOS.

LA GENTE ES CADA VEZ MÁS POBRE Y LOS PODEROSOS CADA VEZ MÁS RICOS.

 

En este resultado final de la RELATO – LANDIA no hay grieta. Todos los gobiernos nos han conducido allí. Varían los actores, la trama y el guión.

EL IMPERALISMO YANQUI. EL IMPERIALISMO MARXISTA. LA OLIGARQUÍA. LOS VENDE PATRIAS O CIPAYOS. LA CASTA, es el más reciente y de moda en la temporada primavera – verano 2023-2024.

 

Unos esbozaban que luchaban contra los ricos y a favor de los pobres y se hacían ricos ellos mismos y los pobres solo empeoraron su situación. Otros que luchan contra LA CASTA, pero se surten de la misma para integrar y conformar LAS FUERZAS DEL CIELO y el equipo de LOS ARGENTINOS DE BIEN.

Quienes se fueron en diciembre venían a hacer JUSTICIA SOCIAL y nunca los indicadores sociales estuvieron tan vapuleados. Quienes llegaron en Diciembre dicen que vienen a devolver LA LIBERTAD pero se muestran intolerantes y odiosos con quienes los critican o discrepan.

 

RELATOS POR ACÁ, RELATOS POR ALLÁ. Señores Dirigentes TODOS: Por favor MENOS RELATOS Y MÁS REALIDAD, antes que sea tarde, porque siempre, más allá del tiempo, a la postre LA REALIDAD TERMINA MATANDO AL RELATO.