Por qué marchamos?
Por qué marchamos?
Desde el Ce.Pro.Fa rechazamos el discurso del Presidente Javier Milei en Davos y el ataque de sus funcionarios con discursos de odio hacia las mujeres y disidencias. Estamos cansadas de la desinformación maliciosa, la provocación y el accionar, utilizando las Instituciones del Estado Argentino para socavar los derechos de las mujeres.
Las mujeres luchamos por nuestros derechos desde fines del siglo XIX donde aparecieron las sufragistas como María Abella Ramírez, Julieta Lanteri, Alicia Moreau de Justo y Elvira Rawson de Dellepiane entre muchas otras. En 1930 Carmela Horne de Burmeister logró ingresar varios proyectos al Congreso y en 1932 la Cámara baja aprobó el voto femenino, pero nunca fue tratado en el Senado.
Con el empuje de Eva Perón en 1947, se sancionó la ley del sufragio y fue en 1952 donde surge la primera experiencia de voto femenino, que logró que en Argentina hubiese un 30 por ciento de representantes femeninas en ambas cámaras del Congreso. Con la llegada del golpe del Estado en 1955 no hubo mujeres en el parlamento.
Entre 1976 y 1983 la Argentina vivió una sangrienta dictadura y fue un grupo de mujeres, las Madres de Plaza de Mayo, la que expusieron el horror histórico de nuestro país al mundo. Con la llegada de la democracia las mujeres retornamos al movimiento poniendo en agenda la diferencia jerarquizada de los sexos, la violencia doméstica y el reconocimiento de las mujeres como sujeto político.
En 1991 Argentina se convirtió en el primer país en sancionar la cuota de participación femenina y más tarde fue seguida por otros países de América latina. Con la reforma constitucional de 1994 se incluyó en su plexo la Convención contra todas las formas de Discriminación de las Mujeres CEDAW, que hoy tiene rango constitucional.
Fuimos avanzando con nuestros derechos sexuales y reproductivos, apoyamos dos leyes fundamentales en el 2010 la Ley del matrimonio igualitario y en el 2011 la Ley de Identidad de género, asimismo logramos que se reconozcan los distintos ámbitos donde vivimos violencias y que estos se constituyeran en política pública de estado.
Seria largo enumerar el camino y el coste de las transformaciones en busca de la igualdad y la equidad que aún no tenemos. La dignidad que hemos logrado, la vamos a defender por las que no están, por nosotras y por las que vienen.
María Karina Lucero
Ce.Pro.Fa.