Por la imprescriptibilidad de los delitos de violencia sexual

 

La violencia sexual es un crimen contra los derechos humanos


Desde el Centro de Protección Familiar (Ce.Pro.Fa.) queremos informar que durante el mes de agosto, donde se resaltan los derechos de las infancias, junto a otras organizaciones y la Asociación Civil ARALMA, con sede en Buenos Aires, impulsaremos la CAMPAÑA NACIONAL DE PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA SEXUAL CONTRA BEBÉS, NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES.

 

Como ustedes saben venimos trabajando juntas en la Campaña sobre DERECHO AL TIEMPO, para pedir una ley para que no prescriban los delitos de integridad sexual y que estos no queden impunes.

 

Este año, se sumó la organización internacional “A Breeze of Hopea la Campaña Argentina, es importante conocer que esta organización logró un fallo en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que marca un antecedente como punto de partida para la creación de nuevas políticas públicas y campañas en favor de las víctimas de violencia sexual en la región.

 

No solo queremos generar conciencia y promover acciones con el objetivo de prevenir y erradicar la violencia sexual en niñas, niños y adolescentes, sino pedir que se trate la Ley de IMPRESCRIPTIBILIDAD de los DELITOS DE INTEGRIDAD SEXUAL en Argentina que ya está presentado en la Cámara de Diputados de la Nación Argentina.

También las organizaciones impulsamos proyectos de ley para lograr un CAMBIO DE DENOMINACIÓN del mismo y la CREACIÓN DE UNA COMISIÓN INVESTIGADORA A NIVEL FEDERAL, Expedientes N ° 0056-P-2023 y 0057-P-2023, respectivamente.

 

ACCIONES PROPUESTAS

 

Desde el Ce.Pro.Fa proponemos realizar un trabajo para visibilizar estos proyectos de leyes, dejando carteles en lugares que sean visibles y sumando fotos con los tradicionales molinillos con los cuales reflejaremos en las redes sociales. También estamos organizando un cartel grande realizado por sobrevivientes, para exponer sin que nos lo vandalicen, como nos viene sucediendo con otras producciones que hemos realizado.

 

En nuestra experiencia, hemos visto frustrada las denuncias que tenían como objetivo el pedido de justicia de muchísimas personas sobrevivientes, por el hecho que su causa estaba prescripta.

 

Si bien han existido modificaciones, gracias a la lucha de las mujeres, que les permiten a muchas personas jóvenes, hoy, poder denunciar para cuando pueden expresar el horror vivido; muchas otras nunca podrán obtener justicia quedándose solo con el trauma del violento accionar contra sus integridades, que genera daños que, según los especialistas a nivel mundial, nos dicen son tan graves como los recibidos por sobrevivientes en los campos de concentración.

 

Por todo lo expuesto aquí estamos tratando de hacer un mundo un poco más justo, donde se respete el hecho de tomarse el tiempo para poder expresar lo que pasó y no se los condene a no obtener justicia.

                                                                                     

María Karina Lucero