Festival Nacional del Tango de La Falda 2024
La Falda “tacuaren” Tango
Por Néstor Pousa
Festival Nacional del Tango de La Falda 2024
La Falda “tacuaren” Tango
Por Néstor Pousa
La cuadragésima edición del Festival Nacional del Tango que finalizó el pasado domingo 21 de julio en La Falda ya reservó su lugar en la historia grande de este evento. Un capítulo por varios motivos, sin precedentes, con momentos de alta emotividad, calidad interpretativa, un impactante montaje escénico, luces y sonido, y una organización impecable.
En la faz personal de quien esto escribe, significó poder volver a mostrar la película documental que realizáramos con Martín Carrizo y que reconstruye los inicios de esta fiesta, su título: De Sabiondos y Suicidas, eso ocurrió en el contexto de la Expo Tango dentro de las actividades de la Experiencia Tango. Además tuve el privilegio de integrar una vez más el jurado del Certamen Final de Voces junto a mis queridos amigos y admirados artistas Mery Murúa y Mauricio Martínez, en dos noches que, como siempre ocurre, dejaron mucha tela para cortar y dos ganadores —masculino y femenino— de excepción.
Tambiénme honró participar en uno de los grandes logros de esta edición XL, La Noche para Gardel, la tercera gala, un espectáculo temático brillante dedicado al Zorzal para luego finalizar con una Gran Milonga con orquestas en vivo: La Misteriosa y La Sans Souci y DJ’s invitados.
Pero los momentos de alta factura emotiva comenzarían desde el mismo viernes en donde, con la conducción de Agustina Vivanco y el faldense Daniel Capdevila, se comenzaba a desplegar una grilla con tres orquestas aclamadas por el público de esa primera noche. Por orden de aparición: la Orquesta Provincial de Música Ciudadana de Córdoba con dirección artística de Damián Torres y sus cantantes Gustavo Visentín y Mery Murúanos entregaba momentos de alta calidad.
La Orquesta Escuela Municipal de Tango de La Falda dirigida por Mauricio Martínez, que tras superar un problema previo —la rotura de un instrumento— sacaron adelante su show en uno de los momentos más esperados de la noche.
La Orquesta Típica de Víctor Lavallén con su cantor Alfredo Pittis, nos trajo toda la impronta del tango porteño, un viaje por calle Corrientes con el Obelisco de fondo. La lista de temas mayoritariamente propios oxigenó un repertorio festivalero en el que abundaron los clásicos. En épocas de vacas flacas tres orquestas de tal magnitud en una misma noche es para celebrar. Misma noche en la que se produjo el regreso de la inigualable María José Mentana acompañada por Oscar De Elía en piano y Bernardo Baraj en saxo; y las participaciones de la cantante local Mabel Tulián, Milagros Amud y Lucila Juárez, quien ofreció un homenaje a su padre, el inolvidable Rubén Juárez.
María José Mentana
El honor de cerrar esa primera velada le correspondió a Guillermo Fernández que además de cantar dio una lección de comprensión de textos de letras de tango, algo que, según explicó, solía hacer junto al Polaco Goyeneche.
El sábado 20, ya con Silvio Soldán conformando un trío de conductores,se inauguraba con más presencias femeninas sobre el escenario faldense, que serían acompañadas por el grupo estable del festival que integraron Mauricio Martínez en guitarra eléctrica, arreglos y dirección, Lisette Grosso en bandoneón y Sergio Duverne en piano. De Capilla del Monte llegaba Vanesa Katopodis, la personalísima intérprete se estrenaba en las ligas mayores con un repertorio profundo. Lo mismo para Carolina Minella, cordobesa de Los Surgentes, pero radicada en Buenos Aires,y luego Paula Castignola con Ariel Pirotti sumaban sendos debuts en este escenario, en una remozada cartelera que pegó un volantazo en relación a las grillas y el formato de las últimas ediciones.
El Ballet La Juntada, otro de los créditos locales,entregaba una coreografía que fusiona el malambo y el tango, que mereció el reconocimiento del público y repetirían el domingo.
Otro de los esperados regresos fue el de Néstor Fabián. El veterano cantor parece no haber perdido un ápice de su voz y su dominio escénico aunque, reconocería, cada vez que pisa un escenario siempre puede haber una “baldosa floja”. Cerró su participación con su versión de la “Balada para un loco” que seguramente quedará en la memoria.
“Contramano es un cuarteto que la rompe en los salones, festivales y reuniones, y por cualquier vericueto…”, la glosa de presentación anticipaba la presencia de Contramano Tango 4, para que Mauricio Martínez y Lisette Grosso vuelvan al escenario esta vez acompañados por Andrés Sánchez (piano) y Rodrigo Yañez (bajo eléctrico). Con su espacio legítimamente ganado siempre vuelven a deslumbrar, este año sumando dos nuevas versiones a su repertorio: Tanguera y Que tango hay que cantar. Manejaron bien los tiempos, sabedores de que en este festival no existen los bises aunque el público los reclame.
Contramano Tango 4
Sin perder el timming la grilla continuó con la orquesta Color Tango. “Hoy vamos a tocar cuatro temas que fueran cantados por Rubén Juárez”, anunció su cantor Roberto Decarre, sumando un homenaje más al enorme cantor y bandoneonista cordobés.
Osvaldo Piro y su orquesta, una sólida formación de jóvenes músicos cordobeses, volvieron a rozar las nubes con momentos musicales de excelencia, como su “Selección agardelada” o un clásico de su firma, “Octubre”, ante una platea que enmudeció para no perder detalle de tal liturgia. El Maestro Piro, que así como Néstor Fabián, estuvo presente en la edición inaugural de este legendario festival allá por 1965; llegó acompañado de su cantor estable, el cordobés Marcelo Santos y de su hija, la cantante Ligia Piro, quien le puso voz a sublimes versiones de “Nada” y “Tú”. Para finalizar con Marcelo y Ligia a dúo en una emocionante interpretación de “El Día que me quieras”, con el espíritu gardeliano siempre sobrevolando el ambiente.
Presentada con honores, Adriana Varela volvió a pisar la Capital del Tango luego de algunos años de ausencias. Con su particular estilo de decir, arrancó con Maquillaje, acompañada por el trío que forman Horacio Avilano (guitarra), el Chino Molina (bandoneón) y Marcelo Macri (piano y dirección musical). La flamante “Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Avellaneda”, distinción que porta con orgullo, pasó por clásicos como Los cosos de al lao, Barrio pobre, Milonga de pelo largo, De la canilla, Corrientes y Esmeralda, Garganta con arena y el tango que lleva su nombre, escrito por Cacho Castaña. Ante la prensa confirmaba: “No ensayamos, preferimos un formato de improvisación propio del jazz, por eso los músicos me tienen que seguir porque nunca canto los temas de la misma forma”.
Osvaldo Piro
De estas dos primeras noches, una mención aparte merecen el ganador y la ganadora de la Gran Final del Certamen de Voces realizado el miércoles y jueves previos en el Teatro Edén de esta misma ciudad. Ahora programados en el horario central, José Gabriel Sosa de Córdoba capital (Sub Sede Centro de Estudios y Difusión del Tango) y Laura del Mar Ferreyra de La Para (Sub Sede Balnearia – Córdoba), los legítimos ganadores de una reñida final tras la cual el premio es integrarse a la grilla del festival, se llevaron las mayores ovaciones del sábado y el domingo respectivamente, ante un público que disfrutó y aplaudió de pie sus performances. Sin dudas este fue otro de los grandes aciertos de la edición XL.
José Gabriel Sosa
La Noche para Gardel
Inspirado en el Spinetta Day, que se realizó el pasado mayo en el Teatro Colón de Buenos Aires, se diseñó este homenaje dedicado a Gardel, que extendió las noches de gala a tres en lugar de las dos habituales. Un formato diferente y extra largo para celebrar la edición número cuarenta del padre de los festivales faldenses.
Con Silvio Soldán y Daniel Capdevila en las presentaciones, ocho cantantes en escena, acompañados por una orquesta de ocho músicos, con arreglos y dirección de Mauricio Martínez, cada uno a su turno recrearon las piezas más célebres del Carlos Gardel compositor e intérprete: Arrabal amargo (Gustavo Visentín), Golondrinas (Lucila Juárez), Anclao en París (Vanesa Katopodis), La última copa (Leandro Ponte), Cuesta abajo (Lisette Grosso, extraordinaria en voz y primer bandoneón), Por una cabeza (Marcelo Santos), Melodía de arrabal (María José Mentana) y Caminito soleado (Guillermo Fernández, a dúo de guitarras con Mauricio Martínez), fueron de las más aplaudidas; para finalizar todos juntos en escena entonando “El día que me quieras” en el cierre de un espectáculo y una edición de antología.