El electorado cordobés dio un mensaje de madurez esperanzadora


Cerrada una elección que deja alguna incógnita, por unos días, hasta que se concluya el escrutinio definitivo, por ahora se asimila que el oficialismo provincial, por un escaso 3%, se adjudica la victoria. El resultado provisorio, que tuvo el reclamo de ambas fuerzas mayoritarias, por las deficiencias mostradas, se concluyó con el 94.90% de las mesas escrutadas, con Martín LLaryora adjudicándose el 42,76%  (822.057) de los sufragios emitidos y Luis Juez el 39,76% (764.406), con una participación del electorado del 68,27%. Participación que estuvo un 4% por debajo de la registrada en 2019, y  que contradijo las apreciaciones previas que la estimaban más amplia. Estimaciones que tenían razón de ser, a la luz de que el electorado no se pronunciaba o no se prestaba a responder a los estudios técnicos que pretendían establecer las adhesiones hacia uno u otro espacio o candidato contendiente.

Es cierto, que en esto incide un pensamiento colectivo mayoritario que entiende que la difícil situación que atravesamos es producto de los desaciertos y egoísmos de los hacedores de la política, que, unido a otros factores, han logrado que el poder político se haya depreciado, no teniendo el apoyo y confianza de quienes les delegan las decisiones de gobierno en aras de conseguir el bienestar común. Esto, en lo previo al acto electoral, se daba por sentado, ya que era palpable que el electorado aparecía absolutamente desentendido del mismo, incluso presentando un nivel de desconocimiento importante de candidatos y propuestas, llegando inclusive a pensar en la no participación sino conseguía quien lo convenciera de lo contrario o hacerlo por el voto en blanco solo para cubrir supuestas implicancias posteriores. Como ejemplo, baste lo que ocurría en los  recintos de votación, donde se podían escuchar declaraciones sosteniendo que “vengo, pero no sé que voy a votar” o el “decime, crees que alguno de estos es digno de ser votado”.  Esta descripción no alcanzaba solo a Córdoba sino que aparecía como una tendencia nacional.

Ya con los resultados conocidos, al menos los que hay, con una clara polarización, que seguramente no conforma ni a uno ni otro, con “celebraciones” absolutamente contenidas, se observa, lo que, a criterio ciudadano, debe considerarse como lo más importante de esta elección, que algunos analizarán como “voto en defensa propia” y , en mi caso, considero un mensaje de madurez esperanzadora, y es la selección que ha hecho el ciudadano cordobés responsable, el elegir a un candidato que lleve adelante la administración y un control instalado, con mayoría opositora en la unicameral, sumando un Tribunal de Cuentas en las mismas condiciones. El reclamo de que los hacedores de la política se sienten y debatan responsablemente las mejores iniciativas que nos conduzcan a superar la crisis existente, más allá del repetitivo discurso de algún dirigente que pretendía hacerse conocedor de la demanda e intentaba dar alguna respuesta, quedaba en la acción ciudadana, y el ciudadano, utilizando las pocas herramientas que el sistema le ofrece, la impuso en territorio cordobés. Sin poder legislativo convertido en escribanía, tendrán que argumentar y demostrar en debate que sus propuestas son las adecuadas o aceptar que pueden ser mejoradas con el concurso de otras ideas llevadas a consenso. Sin dudas, que esto mejorará los proyectos a llevar adelante y a la comunicación de los mismos hacia la ciudadanía, lo que de un tiempo a esta parte, en los hechos, no existía.

Parece una conquista, pero no es más que el ejercicio natural de la democracia.             

Así las cosas, bienvenida esta reacción, madura o defensiva, de la ciudadanía cordobesa, que llevada a los números indica que el tramo de Legisladores por Distrito Único se lo adjudicó Juntos por el Cambio con el 35,39% de los sufragios, relegando al segundo lugar a Hacemos Unidos por Córdoba que reunió el 35,07%. En el Tribunal de Cuentas los guarismos le dieron la supremacía a Juntos por el Cambio con el 35,19%, en tanto Hacemos Unidos por Córdoba sumó el 34,79%.

Si bien ambos esquemas tienen líneas de pensamiento y acción afines, es de esperar que escuchen el mensaje y actúen en consecuencia.

N.H.