Hace unos días, a través de un comunicado en la página de SEGURIDAD ANIMAL DE LA FALDA, Marina Perciavalle expresaba su exclusión del área, esto llevo a una larga cadena de comentarios de vecinos agradeciendo su intervención y su compromiso.

El posteo generó reacciones, porque se conoce que en el desarrollo de sus funciones había demostrado un indiscutible cariño y compromiso hacia la protección de los animales, y su trabajo estaba enfocado más allá de la adopción de los mismos; pero, además, porque es quien creó el proyecto que hoy está en vigencia en la ciudad, el que fuera aprobado por las autoridades municipales.  

Deduciendo que esto no aparecía como una decisión personal, indagué, consiguiendo que fuentes municipales confirmaran que la Sra. Perciavalle fue despedida.

Investigar el tema fue dificultoso, porque el municipio esta blindado para cierta información, pero pudimos averiguar que la relación entre el municipio y Perciavalle cambió diametralmente a partir de Junio, cuando denunció a un compañero por ACOSO.

Asimismo, me puse en contacto con Perciavalle que admitió fue echada el último día de diciembre de 2024 y la realización de una denuncia por violencia de género, que determinó una medida de restricción perimetral para el denunciado, no queriendo por el momento comunicar nada más.

Resulta inexplicable que un Municipio que se jacta de tener un Área de Género, de que sus funcionarios realizaron capacitación en la temática como la Ley Micaela y en donde supuestamente hay un protocolo de actuación en defensa de las víctimas, solo hayan decidido, de acuerdo con la información con que cuento, que no compartan los mismos horarios de labor e incluso no haber respondido a nota presentada con el objetivo de evitar los contactos por el temor que le representaban. Lo que implicaría, al menos, irresponsabilidad de los funcionarios al no haberla protegido, y la lógica interpretación de que se amparaba del victimario. El resultado es que ella está sin trabajo y su agresor sigue trabajando en el municipio.

Quienes acompañamos a mujeres en situación de violencia entendemos que esto se inscribe en un DISCIPLINAMIENTO hacia cualquier mujer que esté trabajando en el ámbito Municipal y que sufra violencias, ya sea por parte de un compañero o un funcionario. Lo difícil de la situación es que puede inferirse la existencia de violencia institucional, tanto por el evidente desamparo cuanto por el haberla excluido de su propio proyecto dirigido al cuidado y preservación de animales en estado de desprotección.

La labor de Marina Perciavalle además de conseguir adoptantes, fue quitarles los fantasmas del maltrato humano a los animales, entrenarlos, hacerlos volver a confiar en el ser humano y siempre priorizar la felicidad del perro y de su adoptante.

En el comunicado, Perciavalle expresa que el resultado del trabajo de 4 años de esa Área que está ligada al refugio de animales, comenzó con 61 animales y se levantaron de la vía pública 285. Se dieron en adopción 180 y se encontraron los dueños 150 callejeritos, también se puede leer que murieron en el refugio 4 y terminó el 2024 con 13 perros en el refugio. Pero además ella realizo un trabajo de adaptación y seguimiento con cada animal adoptado.

Karina Lucero

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